30 de marzo de 2020

Disfruta de lo sencillo



Ser consciente de los deleites sencillos y sensuales con los que nos regala la vida remueve y renueva el alma y el cuerpo. Para aumentar la conciencia del placer es útil pasar revista al final del día, preguntándote: “¿De qué he gozado hoy?”. No dejes de hacerlo: al repasar los pequeños y grandes placeres que hemos tenido, descubrimos que son muchos más de los que pensamos; desde ese alto en la mañana para paladear una naranja exquisita, hasta la sonrisa cómplice que nos mandó el compañero o compañera que nos gusta o el olor del pastel que nos había preparado mamá.

El placer consciente tiene mucha importancia porque desarrolla en nosotros la idea de que el mundo es un lugar hermoso donde vale la pena vivir, nos produce sentimientos de abundancia, de gratitud y de ser merecedores de lo que nos da la vida. Y disuelve las creencias limitadoras, del estilo de “esto es un valle de lágrimas”, “hay que ganar todo con esfuerzo” o “la letra con sangre entra”.

Concentrarse en el “aquí y ahora”
Estamos tan habituados a los prodigios de cada día que no reparamos en ellos. Para disfrutar de algo plenamente, es vital que nuestra atención esté “aquí y ahora”.
Además:

Haz lo que te gusta. Elige tu propia música, lee tus libros preferidos, pasea cada día. Apúntate a un curso para desarrollar esa afición que te hace sentir a gusto contigo mismo. Por cortesía o por las circunstancias, desistimos a menudo de hacer lo que nos gusta y realmente queremos. Dedica más tiempo a las cosas que te procuran placer.

Interésate por todo.
La curiosidad por lo que nos rodea nos permite descubrir cosas fascinantes, infinidad de pequeños goces para disfrutar: el olor de un árbol en flor, el sonido de una voz que llega al corazón, el calor de tu hogar cuando llegas del trabajo.

Llénate de sensaciones.
Percibe la temperatura del aire que roza tu piel, el tacto envolvente de la ropa, las formas de las cosas que tocas, la consistencia del suelo que pisas y la textura de los alimentos que pruebas. Además de ofrecerte infinidad de pequeños placeres, te ayudará a conocer mejor lo que prefieres y rechazas.

Reenfoca tu atención.
Para disfrutar de algo plenamente, resulta vital que tu atención no esté dividida o dispersa, sino concentrada en una sola cosa: aquí y ahora. Si escuchas música, haz sólo eso y abandónate; si comes, céntrate y disfruta de los sabores que percibe tu paladar...

2 comentarios:

  1. Hola,Glori!
    Por fin he llegado hasta aquí. Y es que no me había fijado en que tenías un blog...,soy un despiste y voy siempre demasiado deprisa, encima.

    Me gusta esto de "disfrutar de lo sencillo", suele ser lo que tenemos más a mano, además :)
    Por eso he decidido seguir este blog, y ponerlo en mi lista de blogs de mi blog...¡cuánto blog!.

    Te iré leyendo,como en el foro, amiga.
    Un beso.

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  2. Hola Atlántida! Disfrutar de lo sencillo, a veces, no suele ser tan sencillo...jeje...pensamos en muchas cosas a la vez y esto, por lo menos a mí, me desconcentra un poco de estos placeres. A disfrutar, pues! Besos!

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