5 de mayo de 2020

La calle de las Camelias

Me abandonaron en la calle de las Camelias, al pie de la verja de un jardín.

El sereno me descubrió de madrugada. Y los señores de la casa me aceptaron, aunque dicen que de momento no sabían qué hacer: si quedarse conmigo o entregarme a las monjas.
Por lo visto mi forma de reir los cautivó y, como ya eran mayores y no tenían hijos, me recogieron.

El señor me cogió, tan sucia como estaba , con el papelito prendido aún al babero y me llevó a ver las flores: "Mira los claveles -aseguran que decía- mira las rosas, mira mira". Pues era primavera y todo estaba florido.

Pero lo más extraordinario fue que aquella noche floreció el cacto sin tierrra.

Fuera, en el jardín de la parte de atrás había una pared desconchada, de la que el enlucido caía a pedazos ,formando como burbujas, ya que por debajo las cochinillas trabajaban en la formación de madrigueras.

Al pie de esa pared, cubierta de rosales ,blancos, crecía un cacto gigante. Un invierno de nieve la tierra se heló y el cacto se secó de mitad para abajo ,en tanto que de mitad para arriba siguió verde porque, como a escondidas, había ido arraigando en una grieta de aquella pared llena de rosales, y aquellas raíces se alimentaban de los ladrillos y la vieja mezcla, que daban vida al cacto que crecía para arriba, hasta rebasar la pared, como queriendo curiosear en el jardín de al lado.

Y allí, en todo lo alto, la noche del día en que me encontraron, surgió una flor de hojas como oxidadas por la parte de atrás y blancas como la leche más al interior.

Pero lo mas hermoso es que aquella flor parecía dormir de día y tan sólo se abría una vez al año, siempre coincidiendo con la fecha que me encontraran . Y todos los vecinos acudían a verla y tenían que apresurarse: tan efímera era...

Mercé Rodoreda


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4 comentarios:

  1. muchas veces las cosas mas bellas son las más efímeras, por eso debemos de vivir al minuto, al segundo, con los sentidos despiertos para no perdernos nada de lo que la vida nos pueda ofrecer.
    Una historia muy tierna.

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  2. El libro explica una compleja y preciosa historia. Un abrazo, METAMORFOSIS!

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  3. ¡Qué bonito extracto, Gloriana! Mercé Rodoreda es una buena escritora y esta novela que leí hace algunos años, es muy bonita.

    Un beso, amiga.

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  4. Muchas gracias, Gloria! Un abrazo!

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