5 de junio de 2024

Ovejas negras

No todo el mundo se atreve a ser la oveja negra. A veces no importa el color, pues con tal de adaptarse, se tiñen de lo que sea necesario. El reconocimiento y la aceptación de los demás es de gran importancia para la mayoría. Nuestro ego se infla cuando es otro el que dice que lo estamos haciendo muy bien.

Sin embargo, ese muy bien, va siempre en una escala relativa que nos habla de las creencias de cada quien, de criterios, de opiniones y, por ende, de que no hay verdades absolutas allí.

A veces la oveja negra es lo que nadie antes en su familia se atrevió a ser. Por ello puede haber posiciones que van desde la admiración hasta la envidia, pasando por la aprobación, el apoyo, o bien el rechazo y la expulsión.

Los prejuicios siempre separan, y el romper esquemas puede ser equivalente a trazarse el camino de salida, inclusive del núcleo familiar. En algunos casos la aceptación, el respeto y el amor se hacen presentes, fortaleciendo nexos. Mientras que, en otros, las mentes más cerradas no logran convivir con lo que se aleje de su patrón mental.

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