21 de abril de 2020

¿Necesitas un cambio?


Una de las señales más claras de que está sucediendo algo saludable en nuestra vida es el impulso de limpiar, organizar y descartar ropa, papeles y viejas pertenencias. "Esto ya no lo necesito", nos decimos al echar a la pila de ropa para dar una vieja camisa que simboliza nuestra baja autoestima; "Estoy harto de esta cómoda desvencijada, con sus dieciséis capas de pintura" nos decimos, y la cómoda se va a la beneficencia.

Al deshacernos de lo viejo y de lo que ya no funciona hacemos hueco para algo nuevo y más conveniente.Un armario lleno de ropa vieja no invita a que llegue ropa nueva; en una casa a rebosar de chismes y cositas y detallitos que has ido guardando por si acaso, no hay espacio para las cosas que realmente podrían dar brillo al día de hoy.

Cuando tengas el impulso de buscar y descartar, es que han entrado en acción dos corrientes cruzadas: el viejo yo se marcha y lo lamenta, mientras que el nuevo yo lo celebra y se fortalece.Como en cualquier ruptura, hay tanto de tensión como de alivio. Una larga depresión se resquebraja como una banquisa y esos sentimientos que llevaban tanto tiempo congelados se derriten, se funden, forman cascadas, provocan inundaciones y muchas veces desbordan su contenedor, que eres tú. Puede que te sientas volátil y veleta. Es que lo estás.

(...) Piensa en ti como en la víctima de un accidente que se aleja caminando del lugar del siniestro: tu vieja vida ha sufrido un choque y ha ardido; tu nueva vida aún no se ha hecho evidente. Puede que por un tiempo sientas que te falta el vehículo. Limítate a seguir adelante a pie.


Julia Cameron

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